Bosques de Niebla

Lo más importante de la vegetación de Jandía se encuentra en la misma cumbre. Peralillos canarios, adernos, mocanes y otros árboles propios del monteverde canario, rocas y ramas densamente cubiertas de musgos rezumantes de agua y helechos en las húmedas paredes. ¿Quién espera esto en la árida Fuerteventura? Se encuentran incluso zarzas, a las que debe su nombre el pico más alto de la zona.
Ello es posible porque en pleno verano, cuando el calor aprieta en la costa y en las llanuras del interior, la bruma que envuelve las cumbres de Jandía crea un ambiente húmedo y fresco que permite la supervivencia de un tipo de vegetación similar a la laurisilva de las Canarias occidentales y Madeira. Restos de comunidades de plantas y animales antiquísimas, descendientes de las que en el Mioceno, hace millones de años, poblaron la cuenca del Mediterráneo. Son únicas en las Canarias orientales, donde sólo han llegado hasta nuestros días en Jandía. Claro que aquí sólo han perdurado en sombrías e inaccesibles paredes rocosas orientadas al norte, donde están a salvo de los animales introducidos por los humanos.
Los escasos restos que quedan no son espectaculares por su extensión y notoriedad en el paisaje; la mayor parte de la gente que sube al pico de La Zarza ni los ve, porque para ello hay que asomarse peligrosamente al cantil y aún así se encuentran frecuentemente difuminados por la niebla.