Macizo de Jandía

Para los amantes de la naturaleza

Esta excursión es idónea para los amantes de la naturaleza y los paisajes vírgenes. Durante 80 kilómetros de pista de tierra recorre gran parte del sistema montañoso más importante de Fuerteventura, Jandía.

Ofrece la posibilidad de conocer los grandes valles en U de la cara sur del macizo, de contornos suaves y armoniosos. En claro contraste, la cara norte presenta una geografía abrupta, de impresionantes acantilados que conforman el arco de Cofete, uno de los paisajes más sobrecogedores de Canarias.

La vegetación tiene en estas montañas su máxima expresión con especies únicas en el mundo, como el cardón de Jandía (Euphorbia handiensis), la margarza de Jandía (Argyranthemum winteri), o el tajinaste de Jandía (Echium handiense).

También ofrece la oportunidad de bañarse en playas aisladas de aguas cristalinas donde la tranquilidad es el mejor aliado para un magnífico día.

Morro Jable

Importante pueblo de pescadores de más de 5.000 habitantes situado en la vertiente sur del Macizo de Jandía. Posee un puerto con muelle que cumple funciones de protección de la flota pesquera y punto estratégico de las comunicaciones marítimas de la isla con Gran Canaria. En sus diferentes restaurantes se puede saborear el exquisito pescado fresco de la zona.

Junto al pueblo de Morro Jable está ubicada la urbanización de solana Matorral. Las excelentes condiciones climáticas y la seducción de sus playas han incentivado la formación de uno de los complejos turísticos más importantes de Fuerteventura.
Una extensa variedad de deportes se pueden realizar en sus costas: buceo, catamarán, equitación, tenis, excursiones en barco y sobre todo el deporte rey de esta zona, el windsurf.

Gran variedad de restaurantes y bares ofertan tanto comidas típicas del archipiélago como de carácter internacional.

Por las noches presenta una divertida actividad nocturna en discotecas y bares así como en los diferentes hoteles donde se organizan diariamente espectáculos varios.

Playa de Juan Gómez

Paradisíaca playa de 400 metros de longitud ubicada en la costa sur de Jandía. Arena rubia bañada por un suave oleaje de aguas cristalinas.

Se encuentra en la desembocadura del barranco del mismo nombre y se accede a ella por un desvío a la izquierda, poco antes de la bifurcación del Puertito de la Cruz y Cofete.

En las inmediaciones no existe ningún tipo de infraestructura, es por ello que es ideal para quienes busquen tranquilidad en un paisaje prácticamente virgen.

Puertito de la Cruz

Pequeño caserío muy fácilmente distinguible por poseer en sus proximidades un moderno molino de viento de gran envergadura.

Antiguamente fue un asentamiento pesquero, actividad que hoy está prácticamente olvidada en este lugar. Gran parte de sus casas actúan como segundas viviendas de isleños asentados principalmente en Morro Jable.

Faro de Jandía

Se encuentra en las proximidades del Puertito de la Cruz, en el extremo suroeste de la isla. Antiguamente un farero se encargaba de velar por su buen funcionamiento. Hoy un sistema electrónico permite que funcione de forma automática

El litoral donde está ubicado es de gran belleza: en él se unen el mar del norte con el del sur, presentando pequeñas formaciones acantiladas de 10 a 15 metros de altura. Entre los charcos que se forman con la bajamar los amantes de la naturaleza pueden disfrutar observando una gran variedad de especies marinas, sobre todo pequeños invertebrados.

Playa de los Ojos

Tranquila playa situada en la costa oeste de Jandía. Para acceder a ella hay que tomar la carretera que va desde el Puertito de la Cruz hasta Punta Pesebre durante dos kilómetros, luego descender un pequeño acantilado de unos 10 metros de altura, siempre extremando las precauciones ya que el sendero está poco firme debido a la erosión del terreno.

En sus anexos no existe ningún tipo de infraestructura, dándole un carácter virgen y solitario.

Punta Pesebre

Se encuentra en el límite noroccidental de la isla. Se accede a ella a través de una pista asfaltada de seis kilómetros de longitud que parte del Puertito de la Cruz.

La única construcción que posee es un radio-faro de pequeñas dimensiones.

Tiene buenas vistas del Arco de Cofete y del litoral circundante.

Debido a su gran aislamiento, es un buen lugar para sentir que se está en el fin del mundo.

Mirador de Cofete

Se encuentra situado en la Degollada de Agua Oveja a 220 metros sobre el nivel del mar, justo en la divisoria de cumbres, cuando la pista deja de ascender y comienza su descenso hacia la costa de Barlovento. Se accede hasta él tras dos kilómetros de recorrido desde de la bifurcación entre el Puertito de la Cruz y Cofete. Se disfruta de vistas espectaculares del arco y playa de Cofete, así como de gran parte del Macizo de Jandía.

Cofete

Consiste en un espectacular anfiteatro pétreo de casi ochocientos metros de desnivel entre las cumbres más altas y la base situada a orillas del mar. La fuerte erosión marina, durante millones de años, ha desmantelado gran parte de este macizo que antiguamente presentaba una superficie considerablemente mayor, hoy territorio del océano.

Bajo las impresionantes pendientes de los acantilados dos playas kilométricas, la Playa de Cofete y la Playa de Barlovento, extienden sus vírgenes arenas sobre un mar muy rico en fauna.

Entre las montañas que componen el Arco de Cofete se encuentra el Pico de la Zarza, altura máxima de la isla con 807 metros de altitud.

Playas de Cofete

Las playas de Cofete y de Barlovento conforman un conjunto de más de 15 kilómetros de longitud separadas por El Islote, pequeño roque que ha soportado la erosión marina. Es un litoral abierto al norte y expuesto a los vientos alisios, con lo que presenta durante gran parte del año vientos fuertes y corrientes marinas que hay que tener en cuenta a la hora del baño.

Sus claras arenas de origen orgánico procedentes de conchas de moluscos marinos, se acumulan en torno a una especie vegetal, el balancón, formando dunas de extraordinaria belleza.

No presentan ningún tipo de infraestructura, salvo el pequeño caserío de Cofete, situado en las proximidades, donde se puede comer.

Su aislamiento y carácter virginal es muy apropiado para los amantes de la tranquilidad y el relax.