Un sueño de naturaleza agreste
La Península de Jandía es un sueño de naturaleza agreste, de supervivencia a las duras condiciones de una climatología árida que encierra la majestuosidad del Parque Natural de Jandía. Aquí podremos ver distintos ecosistemas que se esconden tras las dunas de arena orgánica ‘Jable’. Aves corredoras como la ‘Hubara’, plantas adaptadas como el ‘Caparro’, reptiles como el ‘Perinquén’, y mamiferos como ‘El Erizo’. Esta zona cuenta también con otros visitantes ilustres como Garzas Reales, Garcetas, Espátulas, Ibis, Marabús, etc.
Esto es Jandía, la Jandía costera, la Jandía de dunas y playas, pero su Parque Natural nos tiene reservado más secretos. Sus cumbres, con una altura máxima de 807 m, se encuentran cubiertas, durante una gran parte del año, por un mar de nubes, creando un microclima húmedo que da cobijo a más de doce especies vegetales endémicas, entre ellas la ‘Magarza’ y el ‘Tajinaste de Jandía’. Rapaces, como el Águila ratonera, el Halcón de Eleonor, el Cernícalo Primilla y algunas nocturnas como la Coruja ha elegido el Parque como su hábitat. También pueden observarse, sobrevolando sus barrancos, carroñeros como el Guirre, especie en peligro de extinción.