Restos del naufrágio del American Star

El American Star fue un lujoso trasatlántico de la compañía naviera estadounidense United States Lines construido en 1940. Fue considerado el mayor buque de pasajeros jamás construido en los EE. UU. hasta entonces.

Sufrió una fuerte tormenta el 15 de enero de 1994 entre Gran Canaria y Fuerteventura,  cuando era remolcado por un barco ucraniano. Debido a la tormenta y a negligencias, el remolcador cortó el cable y el American Star quedó a la deriva. Tres días más tarde, tras varias descoordinaciones entre los intereses implicados, el buque encalló definitivamente en la playa de Garcey. Cuarenta y ocho horas después —mientras los propietarios, la empresa de remolcadores y la aseguradora discutían sin ponerse de acuerdo sobre qué medidas se debían tomar—, el buque se partía en dos por los embates marinos.

El 6 de julio se declaró la pérdida total del barco. Cuando la Guardia Civil retiró el cerco, el casco fue víctima de saqueos por parte de los lugareños, que se hicieron con toda clase de elementos y accesorios. El naufragio constituyó un auténtico atractivo turístico.

Después de partirse en dos, la mitad de popa se hundió definitivamente en el océano. La otra mitad, la de proa, permaneció en la playa reconocible y era conocida como un barco fantasma. En 2007 la proa se destruyó definitivamente y actualmente los restos son únicamente visibles a vista de pájaro y con la mar en calma.